19.6.06

Jardín Botánico Carlos Thays de la ciudad de Buenos Aires: Los jardines botánicos además de ser colecciones de plantas vivas, son instituciones que persiguen fines educativos y científicos dedicadas a estimular el avance y la difusión del conocimiento sobre los vegetales, propiciando su conservación. El Jardín Botánico de Buenos Aires se sitúa sobre la Avenida Santa Fe, próximo a los bosques de Palermo y el Jardín Zoológico. Crecen en él unas 8.000 especies de plantas de todas partes del mundo y comprende unas ocho manzanas de extensión. Creado por Carlos Thays en 1898, en él se encuentran representados los tres estilos adoptados en la arquitectura paisajista, el simétrico, el mixto y el pintoresco. Recrea el jardín romano, el francés y el oriental. Cuenta con áreas donde las plantas se ordenan de acuerdo a su origen, dentro de la cual se reserva una parte importante para la flora argentina y sectores sistemáticos donde los ejemplares se ordenan según la clasificación taxonómica. Entre las esculturas se destacan 'Los primeros Fríos', del catalán Blay y Fábregas; 'Sagunto', de Querol y Subirats; 'Figura de mujer', de la argentina Lola Mora y llama fuertemente la atención el grupo escultórico de Ernesto Biondi “Saturnalia”. Saturnalia, de Ernesto Biondi: Grupo escultórico realizado en bronce por el artista italiano Ernesto Biondi (1855-1917), cuyo original se encuentra en la Galería de Arte Moderno en Roma. Representa la Saturnal, una fiesta anual de los antiguos romanos en honor del Dios Saturno( dios de la siembra y la agricultura) que adquiría carácter de orgía desenfrenada. Se trata de diez personajes de la antigua Roma representando una escena orgiástica, con varios beodos en actitudes grotescas, durante una fiesta en homenaje al Dios Saturno, en determinados momentos en que se permitían excesos de todo tipo. La Saturnalia romana era una semana, del 17 al 23 de diciembre, de comilonas, borracheras y placer, en la que se invertía el orden social, y eran los amos esclavos, pues durante esa semana se abolía la distinción entre clases sociales, y el esclavo no sólo podía injuriar al amo, emborracharse, sentarse a la mesa con ellos, etc. , sino que era el amo quien servía al criado, y mientras el siervo no terminara de comer no se limpiaba la mesa para que comiera el amo.