12.9.06

New York, New York

Comiencen a esparcir la noticia, hoy me voy.Quiero ser parte de ella, New York, New York. Estos zapatos de vagabundo extrañan caminar Justo por el corazón de ella, New York, New York. NEW YORK, NEW YORK de Frank Sinatra. Traducida al castellano
Por diversos motivos esta semana la mirada se aloja en Nueva York. Primer Motivo: canal Retro está realizando una retrospectiva de Woody Allen, el cineasta que más veces ha retratado a Nueva York, y ahí estamos los lunes desde las 22 hs frente a la pantalla chica. Por otra parte, el sábado cumplimos con la deuda de mirar Match Point, el último filme de W. Allen. Me quedé pensando qué es lo que necesitaba demostrar el autor allí: no se sitúa en Nueva York sino en Londres, no es una comedia, no la protagoniza, no tiene diálogos rápidos, no aborda el psicoanálisis, ni el judaísmo sino la culpa, el adulterio, la injusticia. Si bien tuvo buenas críticas prefiero sus clásicos. Por otra parte, el sábado terminamos de leer Brooklyn Follies, la última novela de Paul Auster. Por momentos arranca risotadas, pues es una comedia y por otra, permite plantearse un par de cosas junto a los pensamientos de los personajes siempre tan bien logrados por Auster,: la sucesión de hechos, las casualidades, a qué dedicar el tiempo, como los encuentros con personas van tejiendo la trama de la vida. Como en tantas otras de sus novelas las escenas se desarrollan en Brooklyn(como su título lo indica). Ese es el lugar que escoge el personaje principal: Nathan Glass, para vivir lo que le queda de su “ridícula vida” luego de haber sobrevivido a un cancer de pulmón y a un divorcio después de un matrimonio más de tres décadas. N. Glass es un vendedor de seguros retirado que necesita ocupar su tiempo y así decide escribir “El libro del desvarío humano” donde contará todas las historias ridículas, disparatadas torpes que le sucedieron a lo largo de sus más de cincuenta años. “Brooklyn Follies” es la historia de aquellos eventos, pero también es la historia de cada uno de los personajes: Tom, su sobrino quien de joven prometía ser un gran intelectual; Harry Brightman, el misterioso dueño de Brightman´s Attic, una austeriana librería del barrio; Aurora (Rory), la hermana de Tom, que busca en el fanatismo religioso la solución a todos sus problemas; su hija Lucy , quien protagoniza la mente infantil; y unos cuantos otros personajes que están transitando un proceso de crisis existencial. Y es Nathan quien, de alguna manera, se convierte en una especie salvador para todos ellos. Sobre el final, a N. Glass se le ocurre montar una empresa de libros biográficos sobre personas que no han ganado fama, que no poseen cualidades excepcionales ¿qué madre no quisiera leer la biografía de su hijo? – se pregunta y continua-: en todos los casos debería ser una cuestión de amor. “Brooklyn Follies” termina antes de los ataques, en un mundo feliz, detrás de la historia se esconde otra historia: la del mundo antes del atentado contra las Torres Gemelas. En entrevista con diario Clarín, Auster explica el porqué de este libro: “Quería hacer el elogio del mundo antes de la catástrofe, exaltar la belleza simple de estar vivos, con todos los dolores y las alegrías. Después las cosas cambiaron: entramos en una nueva era y ya no volveremos a ser como antes”. Y agrega que se refugió en la comedia porque estaba “profundamente deprimido”. Extracto de Brooklyn Follies, de Paul Auster, (Anagrama): “En general las vidas se esfuman. Una persona muere y poco a poco todo rastro de su vida desaparece. Un inventor sobrevive en sus invenciones, un arquitecto está presente en sus edificios, pero la mayoría de la gente no deja tras de sí monumento alguno ni logros duraderos: una estantería con álbumes de fotos, la cartilla de notas del colegio, el trofeo de una bolera, un cenicero birlado en un hotel de Florida en la última mañana de una vacaciones vagamente recordadas. Unos cuantos objetos, algunos documentos, y unas cuantas impresiones causadas a otras personas. Estas últimas siempre tienen historias que contar sobre el muerto, pero la más de las veces se mezclan fechas, se suprimen hechos, se distorsiona cada vez más la verdad, y cuando a esas personas les llega su turno de morir, la mayoría de las historias desaparecen con ellas. Mi idea era la siguiente: crear una empresa que publicara libros sobre los olvidados, rescatar historias, hechos y documentos antes de que desaparecieran para luego darles forma y construir una narración continua, el relato de una vida” Sitios de interés: Web side de Paul Auster.